Sí, el techo está puesto.
Hablando de hitos. Los últimos meses han sido de nervios, cada vez que las nubes empezaban a cubrir nuestras cabezas, cubríamos las paredes con plástico. A veces, el plástico hacía más daño que bien, porque concentraba toda el agua de lluvia en arroyos que erosionaban las paredes.
Eso es todo ahora.
El techo está puesto e incluso instalamos algo de electricidad básica para las luces y la comodidad.
Siempre hay próximas cosas que hacer. Hay que rellenar los muros hasta arriba, faltan los marcos de las ventanas y queda el enlucido de arcilla por delante. En este momento estoy pensando en el mejor orden de las cosas para continuar. Los pisos también están pendientes.
Todo viene a la vez y con un costo.
El hecho es que tenemos que prepararnos para mudarnos, por lo que es necesario colocar un fregadero en alguna parte, conectar la ducha y, oh, también están los mosquiteros que queremos usar como cerramiento para el corredor.
Mucha diversión por venir, ¡pero qué sensación tan agradable tener un techo sobre nuestras cabezas!